¿Es necesaria una Reforma Constitucional?

Definitivamente es necesario una reforma constitucional, teniendo en cuenta el contexto social, político, económico, cultural y hasta tecnológico que vivimos actualmente en la República y que han evolucionado notablemente en las últimos años.
Por lo que, es importante como sociedad, podamos tener un nuevo contrato social, que nos permita construir un nuevo sistema y nuevas respuestas a nuestros problemas actuales.
Algunos de los puntos específicos que debiéramos modificar son:

La adecuación de algunas instituciones del Estado para evitar el desequilibrio entre las ramas de las funciones del Estado. Una reforma podría buscar ajustar las competencias del Ejecutivo, Legislativo y Judicial para asegurar un mayor control y equilibrio entre ellos, evitando excesos de poder o concentración en una sola rama, igualmente en el proceso de selección de los magistrados judiciales, sin participación de los parlamentarios, así como la posibilidad de crear un Tribunal Constitucional, todo en aras de una estructura que tenga como prioridad, una mayor celeridad, transparencia e independencia en la administración de justicia.

Por otro lado, una reforma constitucional podría incluir mecanismos más estrictos para prevenir y sancionar la corrupción en el ámbito político y administrativo, incluyendo disposiciones para una mayor transparencia, el mandato expreso para que la Contraloría General de la República sea la encargada de revisar las cuentas de todas las Instituciones del Estado, sin excepciones, y que la rendición de cuentas sea efectivamente una garantía para la ciudadana.

Un nuevo modelo de gobierno descentralizado, incluyendo mayores competencias en las gobernaciones, como la de recaudar ciertos tributos y de la capacidad de invertir los mismos a nivel regional, dotándola de esta forma de recursos para gestionar los asuntos regionales de manera más eficiente.

La reforma de las reglas del sistema electoral para mejorar la representatividad y transparencia en los procesos electorales, introduciendo una forma efectiva de control del financiamiento público de campañas, la regulación de las alianzas políticas, evitar en transfuguismo político, como asegurarse de la idoneidad y honorabilidad de los futuros parlamentarios, al tiempo de revisar el régimen de inhabilidades e incompatibilidades .

Estos son solo algunos de los temas que se podrían tratar en una eventual reforma constitucional.